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viernes, 18 de mayo de 2012

La microeconomía es psicología.

Imaginemos por un instante que un grupo de empresarios con experiencia estuviesen compartiendo un agradable momento de tertulia y, de pronto, uno de ellos ofrece al resto la posibilidad de disponer de forma inmediata de 300.000 € sin cobrarles interés alguno.

Al margen de la sorpresa inicial por tan extraño ofrecimiento en los tiempos que corren, el generoso empresario confirma que no es ninguna broma, pero que esa cantidad de dinero sólo será entregada al que se comprometa a invertirla en la creación de un nuevo negocio en España, de carácter productivo, que cree más de 10 puestos de trabajo directos y cuya actividad no dependa de la exportación ni de nuevos créditos para ser rentable. Eso sí, con el compromiso de que cada año deberá devolverle, al menos, 30.000 € hasta completar los 300.000 € aportados.

Como última premisa establece que, en caso de que no se lograse cumplir alguna de sus condiciones, el empresario que hubiese cogido el dinero tendría que traspasarle sin coste la mayoría de las acciones de su empresa actual.

La cara de sorpresa del grupo muda hacia un rictus de desconcierto por no decir de frustración: ninguno de los presentes es capaz de formular una propuesta de creación de empresa rentable en la España de hoy con esas condiciones. Todos ellos saben que mientras no se reactive el consumo interno (por los nacionales o por los turistas que nos visitan) ningún negocio productivo podrá sobrevivir sin depender de nuevas aportaciones de capital o de vender a otros mercados que no sean España.

Este ejercicio de imaginación me lleva a concluir que nuestro problema para crear empresas rentables en España no es solamente un problema de dinero sino más bien un problema de expectativas.

Tener expectativas es tener ganas de apostar, de arriesgar, de consumir, de gastar, de crear. Es tener ilusión sin ser iluso.

Sólo podemos tener expectativas cuando tenemos una actividad laboral retribuida adecuadamente y sólo podemos aspirar a generar puestos de trabajo cuando creamos empresas sostenibles económicamente.

Y una empresa sólo será sostenible a largo plazo cuando su beneficio lo obtenga del margen sobre su actividad natural  y no del artificio contable que muchas veces supone la aplicación en su balance de la financiación que obtiene. En román paladino, si para ganar dinero necesitas algo más que el margen de tus ventas, algo falla.

¿Cómo podemos entonces romper ese círculo vicioso de 'no hay consumo' entonces 'no hay empresas sostenibles' entonces 'no hay trabajo' entonces 'no hay expectativa' entonces 'no hay consumo'?

Mi propuesta es poner el foco en el componente psicológico de la microeconomía: hacer entender a las personas que deben aumentar sus compras de bienes y servicios de un modo responsable, sin sentirse culpables ni, por supuesto, dejarse paralizar por el miedo al futuro.

Si nos fijamos en muchos países cuyas expectativas son objetivamente bastante menores que las nuestras, vemos que no renuncian al placer de comprar incluso en las clases más desfavorecidas,  esto es porque el sistema capitalista está asentado en el consumismo y nos han inoculado el virus de poseer y disfrutar de bienes y servicios como parte de esa felicidad que todos buscamos en la vida.

Sin embargo en España parece que nos hemos aferrado a la otra acepción de la palabra 'consumismo' esa que se utiliza para decir que este año le toca a todo el mundo ir 'consumismo' traje, 'consumismo' coche, 'consumismo' abrigo, etc...

¡Así no salimos del pozo señores!

Y si la intención es esperar a que cambie el Sistema Capitalista, como ya he escrito alguna vez en este blog, no cuenten conmigo que soy muy mayor con mis casi 45 años para esperar tanto.

Si esperamos a qué la macroeconomía de la que se ocupan nuestros gobernantes arregle la situación podemos esperar sentados.

Apostemos por arreglar nosotros la microeconomía consumiendo un poquito más cada día, porque cuanto más aumente el consumo más empresas nacerán y más empleo se creará y muchas más expectativas tendremos y muchas más sonrisas veremos.

Y si quieren alguna buena razón para gastar más los que todavía tienen un poco de dinero guardado en el banco acuérdense de las devaluaciones de la moneda, de los corralitos o de lo poco que estarán sobre este mundo en términos científicos (tan poco que no vale la pena vivir agobiados por problemas que, seguramente, nunca llegarán a afectarnos).

  

3 comentarios:

  1. Cuando hablas de que la empresa a crear no dependa de la exportación, quiero entender que implica que la empresa tampoco importe para vender aquí vienes fabricados fuera.

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    1. Lo primero, gracias por tu comentario!
      No me importa que importe(perdona por el juego de palabras)si crea empleo de calidad en España.
      Asumo que, en ciertos negocios potenciales, la producción estará en su mayor parte deslocalizada por motivos lógicos de competitividad, pero eso no implica que una empresa no deba crear, además, empleo en nuestro país.
      Lo que no me vale es el concepto import-export sin estructura de personal.
      En cualquier caso, como habrás entendido perfectamente, la propuesta inicial de "aquí tenéis el dinero para emprender" sólo me sirve para sustentar la tesis de que el problema de España es más de falta de expectativas que de falta de dinero y, para que nadie pueda decirme que no aporto soluciones, postulo la hipótesis de que si aumentamos nuestro consumo aunque nos cueste o nos dé miedo, esas expectativas aumentarán a la vez que aumentan las empresas para satisfacer ese consumo creciente y, por ende, el empleo.

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  2. Yo voy a sumar otro de los que creo grandes problemas de España, y es que no se quiere pagar el trabajo de la gente, no me refiero a morosidad en este caso, si no a la diferencia entre pagar un producto y pagar a un profesional. Ésta es otra pescadilla que se muerde la cola, más con la escasez de dinero, es muy fácilmente reconocible la tendencia... un español que tiene 10 quiere cambiarlos por alguna cosa que valga 10, pero es dificilísimo convencer a alguien de que gaste esos 10 en traer el conocimiento de un profesional y que lo aporte.

    Cómo se puede generar beneficio sin economías de escala... porque una cosa es lo que se defiende de boquilla y otra cosa es lo que se hace, el patrón de consumo de la población española no apoya en absoluto lo que supuestamente pensamos. Me gustaría mucho saber estadísticamente que porcentaje del sueldo de cada español va a parar a pagar un sueldo digno a otro español. Porque esto no es premeditado, pero tampoco hay ningún esfuerzo por lo contrario, un ejemplo muy directo de esto es la propina, una cantidad de dinero que va a parar directamente al trabajador, típicamente en hostelería, que no es que sea el perfil de trabajador mejor pagado... quién deja propina por muy bien que sea atendido? es más, hasta se considera una actitud soberbia del que paga más porque le sobra...

    Simplificando... quizá demás, pero para ilustrar la idea... cómo queremos que haya trabajo de calidad si la tendencia es que las personas no lo valen, sólo hay que echar un ojo a las reivindicaciones laborales, que parten de la perspectiva que el trabajador no vale el sueldo que cobra y por eso hace falta dificultar el despido. En qué cabeza cabe que alguien quiera despedir a un trabajador si es más valioso que el coste que le supone a una empresa, entendiendo coste como la suma de todos los factores negativos que suponen tener a una persona contratada, no sólo el sueldo.

    Volviendo a tu pregunta... 300.000€, con todas mis dudas de que realmente existan ese dinero junto, yo lo invertiría en mi empresa por supuesto, pero pensando en otro negocio, pensaría en gestión comercial para pymes, se trataría de sacar el valor añadido de gestionar las compras conjuntamente y por otro lado buscar negocio cruzado en la cartera de clientes. Esta una empresa que yo sería incapaz de sacar adelante, pero con una plantilla de gente válida seguro que funcionaría.

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