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lunes, 27 de octubre de 2014

VIEJUNO

Estimado Viejuno:

Qué difícil ser optimista cuando has perdido la lozanía mental de la juventud y te has tenido que refugiar en el cinismo para sobrevivir.

Te sientes mezquino, en la acepción medieval de esta palabra “siervo de la gleba de origen español”.

Constatas que unos pocos lo mandan todo y que el resto casi lo obedecen todo. Y así no quieres vivir.

Te aferras a placebos informativos que te alivian durante el efímero intervalo entre sospechar la verdad y descubrir la verdad.

Y vas cumpliendo años. 

No has vivido deprisa, no has muerto joven y, por tanto, se te escapó la posibilidad de “dejar un bonito cadáver” y ahora tienes que cargar con tu deteriorado cuerpo sabe dios por cuantos años.

Ya no te preguntas ¿qué me gustaría hacer?, ahora sólo se trata del ¿qué puedo hacer?

Estás vivo, o eso te parece, pero como decía el chiste de aquél al que el médico le recomendó que dejase de beber, de fumar, de comer carne e, incluso, de practicar sexo para aumentar su esperanza de vida, se te va a hacer larga la vida, sí, pero va a ser una vida de mierda.

Como no tienes los ‘cojones’ para arrebujarte en el asiento trasero del Thunderbird de Thelma y Louise, me temo que vas a tener que renacer de algún modo, y vas a tener que ‘autoparirte’ rápido.

No te puedes permitir nueve meses de gestación, debes eyacular precozmente y cortar el cordón umbilical al mismo tiempo. Tienes que valerte por ti mismo inmediatamente, pero recuerda que eres otra persona, ya no valen excusas. 

Te has dado a ti mismo una nueva oportunidad, aprovéchala, puede que sea la última.

Esto es como un programa de protección de testigos, nada de tu vida anterior existe aunque sepas que sigue estando ahí.

El entorno ha cambiado sólo porque tú lo ves con unos nuevos ojos. En tu cuerpo envejecido hay una mirada púber. Es hora de aprender.

Descubrir es, en sí mismo, tener una razón maravillosa para seguir adelante. Y tú tienes la mente en blanco, no la jodas.

¡Prejuicios fuera! Sólo sabes que no sabes nada. Pues, adelante, ya estás preparado… para aprender.

¿Miedo a renacer? Y una mierda. Lo que te pasa es que prefieres la comodidad de una vida de miseria que sólo te obliga a quejarte, a la incertidumbre de una felicidad trabajada desde cero con un esfuerzo ímprobo fuera de tu zona de confort. 

Haz lo que quieras pero piensa que te quedan otros 50 años y que el mejor momento para plantar un árbol fue ayer.


Te mando un saludo afectuoso.

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