Vistas de página en total

miércoles, 14 de febrero de 2018

Comedia y Tragedia 'emprendedora'

Nos estamos disfrazando de ‘idiotas’ y nos va a costar quitarnos la máscara después del carnaval.

Dicen que la crisis ya ha pasado y a mí me da la sensación de que sí, de que ‘nos ha pasado por encima’ y nos ha dejado ‘atontados’ a la mayoría.

Pongamos en contexto estas reflexiones: “la gente habla de la feria como le va en ella” y yo, hablando con unos y con otros, al único que veo que le va bien en esta ‘feria’ es a Roche Farma,  la multinacional farmacéutica fabricante del Lexatin.

El optimismo obligado, siempre fingido, está pasando factura (y fractura) a los autónomos y pequeños empresarios. Hay que mentir a diestro y siniestro sobre la verdadera situación financiera de nuestros negocios y, lo que es peor, sobre nuestro equilibrio emocional y sobre el nivel de ilusión que tenemos puesto en lo que estamos haciendo (en muchos casos ninguna, ya que no sabemos ni nosotros mismos ¡qué cojones hacemos haciendo lo que hacemos!).

Sería cómico si no fuese trágico: nos mentimos a nosotros mismos ¡qué es todavía peor! Y lo hacemos sólo por miedo, el de reconocer que nuestro negocio no funciona, que nosotros no estamos haciendo las cosas como el mercado demanda, que el mercado ya no es el que era y que sólo estamos en posición de sobrevivir hasta que alguien nos rescate (un trabajo de m…, una pensión de m…, un ataque al corazón… cojonudo).

Nos hemos metido tal cantidad de ansiolíticos en el cuerpo estos últimos años en formas tan variopintas (autoayuda, gurús, cursillos varios) que nos han afectado al cerebro, ya no tenemos criterio empresarial, nos hemos vuelto adictos a la peor de las drogas: la esperanza.

Y la esperanza es lo único a lo que jamás debe ‘engancharse’ un autónomo. 

El único asidero de un pequeño empresario (si éste lo es de verdad) es ‘ingresar siempre más de lo que gasta’. El resto ¡m… !  

Pero nos da vergüenza reconocer que la mayoría de nosotros, los emprendedores, de nuestro negocio, stricto sensu, apenas obtenemos un dinerito mensual, limpio de polvo y paja, similar al salario mínimo (si es que llegamos a eso).

Por eso vivimos chapoteando en un magma que ya no se llama crisis pero al que nadie se atreve a llamarlo por su verdadero nombre: ¡m…!

Tragedia y Comedia, dos caras del emprendimiento. 

Tragedia si nos paramos a pensar en la cantidad ingente de autónomos, profesionales, pequeños empresarios y buscavidas que viven autoengañados en la pasión del arranque, atrapados en la jaula de las obligaciones contraídas o adormilados en el hastío de un negocio que ya no lo es (si es que algún día lo fue) esperando (de esperanza) no se sabe qué o a quién.

Comedia si observamos el falso orgullo con el que vendemos a los demás un negocio que parece ballena y sólo es sardina, y más comedia si nos fijamos en la sonrisa forzada que acompañamos a los argumentos que otros parecen querer comerse y que suelen escupir en cuanto nos damos la vuelta.

Mentiras verdaderas que nos hubiera gustado conocer antes de ‘liarnos la manta a la cabeza’ como emprendedores y que, desafortunadamente, descubrimos la mayoría de las veces demasiado tarde.

La recuperación económica es para unos pocos y la precariedad para la mayoría, y justo esos ‘precarios’ son tus clientes ¿qué le vendes a quién no puede comprar?

Hasta aquí, quinientas sesenta y siete palabras para denunciar una situación ¿y ahora qué? ¿Hay algo que podamos hacer?

1-Ser realista: si vas a probar esto del ‘emprendimiento’, lo primero, no te engañes a ti mismo. 

No te vas a hacer rico, y vas a tener que trabajar tanto que, si divides lo que ganas entre el número de horas que trabajas, comprobarás que apenas cobras 3 € la hora ¡Ups!. Nunca emprendas sólo por dinero, hazlo por realizar una actividad que te permita, la mayoría del tiempo, disfrutar mientras la llevas a cabo.

2-Ser práctico: aprende a nadar en la m… , en el magma quería decir, cuanto antes.

Tápate la nariz hasta que lo fétido te parezca perfume, porque las cosas no van a oler mejor a corto plazo, quizá todo lo contrario, y muévete mucho y constantemente, chapotea sin parar, recuerda que en la m… no se hace pie.

3-Ser humilde: los que están en la m… tienen mucho que enseñarte, escúchales.

Seguro que lo sabes todo de casi todo, pero para sobrevivir en esta nueva situación más te vale ‘soltar lastre’, desaprender y dejar hueco a nuevas competencias y habilidades, si la m… huele tan mal es también debido a la putrefacción de muchos ‘Masters del Universo’ que en ella se ahogaron llevándose con ellos todo eso que sabían.

Parece fácil ¿verdad?. Total, sólo hay que recordar tres cositas de nada. 

Pues no lo es. De hecho, son muchos los emprendedores que creen que se van a ‘forrar’ y además, trabajando más o menos las mismas horas que un empleado, y que se van a quedar con el mercado en un santiamén, y algunos, incluso, creen que van a ser capaces de ‘dar lecciones’ a los que llevan metidos en la m… un cierto tiempo.


La comedia y la tragedia de emprender: dos caras de la misma moneda que, cuando la tiramos al aire, esperando que el azar nos sea favorable, siempre acaba cayendo en el mismo lugar, ese lugar de m…



No hay comentarios:

Publicar un comentario